Estrategias para legalizar el aborto en
Hispanoamérica
por
Magaly Llaguno
1. "Maternidad sin riesgos"
Esta estrategia tiene dos variantes y la llevan
cabo todas las organizaciones internacionales proabortistas. Las principales de
estas organizaciones son la Federación
Internacional de Planificación de la Familia o IPPF por sus siglas en
inglés (International Planned Parenthood Federation); la Organización de Naciones Unidas
(ONU), especialmente su Fondo de Población (FNUAP o UNFPA, por sus siglas en
inglés); el Population Council (Consejo de Población) y las organizaciones
feministas extremistas como Isis Internacional (con sede en Santiago de Chile),
así como muchas otras más. Sin embargo, la organización proabortista que lleva a
cabo esta estrategia de la "maternidad sin riesgos" de una manera particular es
"Family Health International".
Como pueden observar, los nombres de estas
organizaciones ya constituyen en sí mismos estrategias engañosas, por cuanto son
eufemismos que esconden con términos bonitos la macabra realidad que promueven.
La primera variante de la estrategia de la
"maternidad sin riegos" consiste en exagerar el número de mujeres que mueren por
aborto ilegal en América Latina, para entonces alegar que hay que legalizar el
aborto para que éste sea "seguro" para la mujer. Esta estrategia se empleó con
éxito en Estados Unidos para lograr en 1973 la legalización del aborto a
petición, desde la concepción hasta el proceso mismo del nacimiento. Los
proabortistas decían que en Estados Unidos cada año morían de 5 mil a 10 mil
mujeres por aborto ilegal. Estas cifras son contradichas por los Centros para el
Control de las Enfermedades (CDC) de ese país, que reportaron entre 50 y 100
muertes maternas por aborto ilegal en los años que precedieron a la legalización
del aborto en 1973. Sin embargo, la fuerte propaganda proabortista, con la ayuda
de los medios de comunicación, pudo más que la verdad.
Desde hace algunos años esta misma estrategia se
emplea para lograr el mismo objetivo en América Latina, si bien ello se niega en
público debido a que el aborto es ilegal en la mayoría de nuestros países.
La IPPF afirma en
su "Declaración de Principios" de su documento Visión 2.000 , que uno de sus
compromisos más importantes es la promoción del aborto "seguro". Aquí va
implícita la presuposición de que una vez que el aborto se legaliza, éste se
vuelve inocuo, como si la legalidad le confiriese una especie de "seguridad
automática" al aborto.
Para refutar la falacia de la "maternidad sin
riegos", primero es necesario denunciar las exageraciones en los informes de
muertes maternas por aborto ilegal, que los proabortistas dan en los distintos
países de nuestro continente. Por ejemplo, en México, activistas como éstos
citaron las cifras de la Cámara Nacional de
Hospitales, la cual reportó en 1991, 300.000 muertes maternas por aborto ilegal
al año en ese país. Sin embargo, según reportó el Anuario Estadístico de
la Organización
Mundial de la
Salud (OMS) de 1988, en ese país murieron en 1983 sólo 177.420
mujeres de todas las edades
y por todas las causas
; 22.330 de ellas en edad fértil. La OMS también reportó 216 muertes debido a
los abortos, sin especificar si esta cifra incluía o no los abortos espontáneos.
Hay que aclarar que la
OMS no se destaca precisamente por ser una organización a favor
de la vida.
El segundo paso en esta refutación es denunciar la
falsedad de equiparar el aborto legal con el aborto "seguro". Todo aborto es
trágico. En primer lugar, siempre es mortal para el bebé no nacido. En segundo
lugar, es dañino psicológica y físicamente para la mujer. En algunos casos es
mortal también para ella.
Es cierto que el aborto ilegal es más arriesgado que
el aborto legal, pero éste último también es arriesgado. Vida Humana
Internacional tiene una lista de más de un centenar de mujeres que han muerto
por abortos legales en Estados Unidos, a pesar de que hace más de dos décadas
que se legalizó el aborto provocado. Una de esas muertes ocurrió el 19 de
diciembre de 1995.
A Carolina Gutiérrez se le practicó un aborto
legal en la clínica
Maber Medical Center de Miami, Estado de la Florida. Poco después, la joven
nicaragüense de 21 años llamó a la clínica donde le practicaron el aborto, para
reportar los intensos dolores que estaba sufriendo. Ni siquiera le hicieron
caso. Dos días después yacía en estado de coma en el Hospital Jackson Memorial,
en Miami, con el útero perforado. Los médicos le amputaron las dos piernas para
intentar salvarle la vida, pero el 5 de febrero de 1996 Carolina murió, dejando
a dos niños huérfanos y a un desconsolado viudo, que no quería que su esposa
abortara ni sabía que planeaba hacerlo. Sin embargo, el Estado de
la Florida
autorizó a la clínica a renovar su licencia, que expiraba en junio de 1996. Este
es solo uno de incontables casos similares que suceden a menudo en Estados
Unidos.
El tercer paso en la refutación de la "maternidad sin
riesgos" es aclarar que cuando el aborto se legaliza su número aumenta mucho y
por tanto el número total
de muertes y lesiones maternas debido al aborto aumentan
también, si bien el porcentaje de riesgo por mujer es menor. En Estados Unidos,
por ejemplo, antes de la legalización del aborto a nivel nacional en 1973, había
de 100.000
a 200.000 abortos al año. Ahora hay aproximadamente millón
y medio anualmente. El número de abortos ha aumentado aproximadamente 15 veces.
El número total de muertes y lesiones maternas por tanto ha aumentado, si bien
esa cifra no se puede precisar debido a la conspiración de silencio de la
industria del aborto en torno al tema.
La legalización del aborto por tanto no resuelve el
problema de las muertes y lesiones maternas debido al aborto ilegal, y ello sin
tomar en cuenta el incontrovertible hecho de que el aborto destruye la vida de
un ser humano en desarrollo.
La segunda variante de la estrategia de la
"maternidad sin riegos" es la promoción de las excepciones, concretamente en
este caso la del mal llamado aborto "terapéutico". Se le llama así al aborto que
se practica con el pretexto de salvar la salud o la vida de la madre.
El objetivo aquí es ganarse la aceptación de la
gente, alegando una falsa "compasión". En realidad lo que se busca, una vez
aceptado el aborto "terapéutico", es aumentar las excepciones" hasta llegar al
aborto a petición. Es preciso aclarar que las excepciones al aborto siempre llevan al aborto a
petición y por cualquier motivo. En esto no hay excepciones. La
legalización del aborto a petición en Estados Unidos comenzó precisamente con
las "excepciones", o sea, el aborto en los casos más difíciles como incesto y
violación.
Para refutar esta estrategia se necesita primero, por
supuesto, mostrar el caso de Estados Unidos y de otros países que han ido de las
excepciones al aborto a petición y por cualquier motivo. La razón por la cual
estos países han hecho esta transición es que el significado del término "salud"
ha sido ampliado de tal modo que incluye los factores psicológicos, sociales y
familiares, dando como resultado que cualquier pretexto de tipo socioeconómico
justifica legalmente el
aborto. Ese es precisamente el caso de Estados Unidos. El Tribunal Supremo de
ese país emitió dos fallos el 22 de enero de 1973: Roe v. Wade, por medio del
cual legalizó el aborto por cualquier razón durante los tres primeros meses del
embarazo y lo permitió sólo por razones de "salud" y vida de la madre durante el
resto del embarazo; y luego Doe v. Bolton, por medio del cual echó abajo su
propia limitación ampliando el sentido de la palabra "salud", como ya se ha
explicado. El resultado es que tenemos aborto legal a petición en Estados Unidos
hasta el momento mismo del nacimiento. Este mal llamado "derecho de la mujer" se
extendió más tarde, por medio de otro fallo, a las jovencitas menores de edad,
sin el consentimiento paterno, y a las mujeres casadas, sin el consentimiento o
conocimiento de su esposo.
Es importante aclarar la diferencia ética y médica
entre el aborto "terapéutico" y el aborto indirecto . Para ello referimos al
lector al artículo: "¿Qué pasa cuando peligra la vida de la madre? en
http://www.vidahumana.org/temas/peligro-madre.html Dicho artículo explica muy
bien esa diferencia.
El punto está claro: no hay necesidad ninguna, ni
tampoco es moralmente lícito, recurrir al aborto "terapéutico". Los promotores
del aborto pretenden engañarnos introduciendo cláusulas de "salud" en los
códigos penales de los países hispanos para lograr así, primero la legalización
de ciertos abortos, y luego la ampliación de dicha la ley.
2. La "anticoncepción de emergencia"
La "anticoncepción de emergencia" es una de las
estrategias más vigentes en la actualidad en América Latina. Consiste en ingerir
píldoras anticonceptivas de dosis altas o en la inserción de un dispositivo
intrauterino (DIU) cierto tiempo después de un acto sexual en el cual no se
usaron anticonceptivos.
En realidad los métodos de la "anticoncepción de
emergencia" actúan la mayor parte del tiempo como abortivos, en caso de que haya
ocurrido la concepción. Ello se debe a que tanto la píldora anticonceptiva como
el DIU actúan, parte del tiempo, de forma abortiva, por cuanto uno de sus
mecanismos es impedir la implantación en el útero del óvulo fecundado (o sea, de
la nueva vida recién concebida). Es lógico que si se utilizan dosis más elevadas
de píldoras anticonceptivas o si se inserta un DIU durante el tiempo que sigue a
un acto sexual fecundo, el mecanismo abortivo funcionará con más frecuencia aún.
También aumentarán los efectos dañinos para la mujer, de estos mal llamados
"anticonceptivos".
Sin embargo, las organizaciones proabortistas,
especialmente la
IPPF, niegan que la "anticoncepción de emergencia" constituya
un aborto, porque dicen que el embarazo comienza en la implantación, en vez de
la concepción. Como el aborto, por definición, consiste en la interrupción del
embarazo que resulta en la muerte del embrión o feto y como el mecanismo de
acción de la "anticoncepción de emergencia" tiene lugar antes de la implantación
--o sea, antes del comienzo del embarazo-- entonces, alegan la IPPF y sus filiales, que no se
trata de un aborto, sino de un mecanismo anticonceptivo.
MEXFAM, la filial de la IPPF en México, proclama estos errores
como si fuesen verdades en su sitio en Internet. Alega que sus datos
"científicos" se basan en la información que proporciona la Oficina de Investigación en
Población de la
Universidad de Princeton, en Estados Unidos. PROFAMILIA, la
filial de la IPPF
en Colombia, también alega que el embarazo comienza en la implantación, si bien
algunos de sus propios folletos de "educación" sexual inmoral contradicen esta
afirmación. Ya en los años 60 el Colegio de Gineco-obstetras de Estados Unidos
había cambiado la definición del comienzo del embarazo de la concepción a la
implantación, posiblemente para evitar problemas legales debido al mecanismo
abortivo del DIU. En aquel entonces, el aborto provocado era ilegal en Estados
Unidos.
Sin embargo, esta gimnasia semántica no encuentra
apoyo científico alguno en los principales diccionarios médicos contemporáneos,
que se utilizan en las más prestigiosas facultades de medicina de la actualidad.
Todos ellos definen el comienzo del embarazo como la concepción y a ésta como la
unión del óvulo y del espermatozoide, en la cual comienza también la vida de un
nuevo ser humano.
3. La "regulación menstrual"
Otra estrategia proabortista que también se está
utilizando en América Latina es la eufemísticamente llamada "regulación
menstrual", "aspiración ginecológica" o "extracción menstrual". Todos estos
términos engañosos significan lo mismo: el uso de aparatos abortivos de succión
antes de confirmar el embarazo, para así burlar las leyes que prohíben el aborto
en los países latinoamericanos. En efecto, para poder penalizar un aborto
procurado, tiene que haber una prueba del embarazo. Pero si se lleva a cabo este
procedimiento sin confirmar el embarazo, entonces no hay prueba segura de que se
llevó a cabo un aborto. Estas afirmaciones se encuentran ampliamente descritas
en el Manual de planificación de la familia para médicos de la IPPF.
De hecho, la IPPF ha suministrado miles de equipos
para llevar a cabo abortos por aspiración al vacío, con el pretexto de "recoger
muestras de tejido" o "terminar abortos incompletos", pero que pueden ser
igualmente utilizados para practicar abortos por succión en las primeras etapas
del embarazo. De esta forma, la
IPPF comenzó hace treinta años a introducir el aborto a
petición en muchos países en desarrollo. El Dr. Malcolm Potts, que fue un
dirigente de esta organización, reconoce que la "regulación menstrual" o
"extracción menstrual" es realmente un procedimiento abortivo, y que es un
método "simple y conveniente" para realizar abortos donde el aborto es ilegal, y
que estos abortos difícilmente podrán ser enjuiciados.
4. La "salud reproductiva"
Más que una estrategia, la "salud reproductiva" es un
conjunto de estrategias
en torno a una maquiavélica tergiversación de la promoción de la "salud". La
"salud reproductiva" incluye las estrategias ya mencionadas y otras más que
mencionaremos a continuación. Se trata, a largo plazo, de una de las más
insidiosas y peligrosas de las estrategias proabortistas en la actualidad en
América Latina.
Pero antes de mencionar las distintas estrategias que
componen la "salud reproductiva", conviene señalar el objetivo principal que las
mueve a todas ellas. Las organizaciones proabortistas, especialmente
la ONU y
la IPPF, han
incluido entre los derechos humanos el derecho a la "salud reproductiva". El
término "salud reproductiva" fue definido en la Conferencia de Población en El
Cairo en l994, como "la capacidad de disfrutar de una vida sexual satisfactoria
y sin riesgos, así como de procrear, y la libertad para decidir hacerlo o no
hacerlo, cuándo y con qué frecuencia." Y se supone que es "necesario" el uso de
los anticonceptivos (especialmente los que son abortivos), la esterilización y
el aborto, como medios para alcanzar o mantener la "salud". Puesto que los
promotores de la "cultura" de la muerte alegan que todos los gobiernos están
obligados a implementar el Programa de Acción de El Cairo, la conclusión es
obvia: el libre acceso (incluyendo el de menores de edad ) al aborto, a los
anticonceptivos y a la esterilización, se convierte en un derecho humano inalienable , al que
ningún gobierno o autoridad (eclesiástica, familiar, etc.) podrá sustraerse.
El Comité de América Latina y el Caribe para
la Defensa de
los Derechos de la
Mujer (CLADEM) ha propuesto una reinterpretación muy similar de
los derechos humanos a la de la "salud reproductiva". Se trata de la
reinterpretación desde la "perspectiva de género". El término "género" aquí no
se refiere a los sexos masculino y femenino, sino que es un eufemismo que se
refiere a una ideología que niega el fundamento natural de los roles
tradicionales del hombre y la mujer y que alega que todos ellos, incluyendo el
concepto mismo de la maternidad, son puras invenciones sociales sujetas a
cambio. En este contexto, la sexualidad es reinterpretrada para que incluya como
"normales" el homosexualismo, el bisexualismo, el trasvestismo y toda clase de
aberraciones sexuales. También incluye por supuesto lo dicho anteriormente sobre
la "salud reproductiva". En su "Declaración de los derechos humanos desde una
perspectiva de género", presentada ante la Comisión de Derechos Humanos de las
Naciones Unidas en el 50 Aniversario de la Declaración Universal
de los Derechos Humanos, CLADEM incluye entre los "derechos sexuales y
reproductivos", no solo el derecho a la "libertad en la orientación sexual",
sino también "al aborto seguro y legal".
a. La
estrategia de la "inclusión"
Por todo lo que se ha dicho anteriormente es
que la promoción de la "planificación familiar" (anticonceptivos y
esterilización) se da como parte de los
servicios normales de la salud , especialmente los que tienen
que ver con el aparato reproductor femenino y la maternidad. Esta estrategia,
que podemos llamar de "integración" o "inclusión", se da en las "clínicas" de
la IPPF y en los
Ministerios de Salud de los gobiernos latinoamericanos, fuertemente
influenciados por la
IPPF y la
ONU. También se da en los centros de salud donde
la IPPF y sus
filiales atienden a la juventud, donde les ofrecen atención médica para sus
enfermedades venéreas y embarazos "no deseados".
b. La
violencia doméstica
Esta estrategia de la inclusión ha adquirido una
variante muy ingeniosa por parte de estas organizaciones proabortistas: la de
incluir en la información feminista de corte proabortista así como en sus
preocupaciones sociales, la violencia doméstica o intrafamiliar contra la mujer.
Sólo una persona insensible o machista estaría en contra de desarrollar
programas contra esta horrible plaga social. La IPPF, la ONU y las organizaciones feministas
proabortistas se han convertido en abanderadas de la lucha contra la violencia
intrafamiliar, mezclándola por supuesto, con su promoción de la anticoncepción y
el aborto, como si fueran parte del mismo pastel.
Los grupos feministas antivida en
Latinoamérica, desde hace años están vinculando la violencia doméstica con la
"salud reproductiva", lo cual, señalan, les da acceso a fondos. Por ejemplo, "un
total de más de 7 millones de dólares fueron aportados por la Organización
Panamericana de la Salud y el Banco Interamericano de
Desarrollo desde l994, para proyectos sobre violencia y salud" a organizaciones
feministas latinoamericanas.
El Grupo Parlamentario sobre Población y
Desarrollo (GPI), cuyo presidente es el mismo de la IPPF- Hemisferio Occidental,
promovió en Venezuela un programa llamado "Violencia de Género y Familia". Este
programa logró la aprobación de la
Ley nacional sobre la violencia contra mujeres en el Parlamento
Venezolano, el 13 de septiembre de 1998.
En Latinoamérica hay un número de proyectos de
leyes pendientes en varios países, en lo que concierne a la violencia doméstica.
Aunque es necesario proteger a la mujer y a los niños de esta plaga, tenemos que
mantenernos vigilantes pues dichos proyectos podrían ser un "caballo de Troya"
para la promoción de la anticoncepción y la legalización del aborto. Por
ejemplo, en el Estado de la
Florida, Estados Unidos, hay un curso de violéncia doméstica en
el que se alega que el negarle a la mujer el "derecho" a utilizar
anticonceptivos constituye violencia doméstica.
c.
Alegar la falsedad de que los anticonceptivos impiden el aborto
Además de las estrategias ya mencionadas, la
"salud reproductiva" consiste en la promoción de los anticonceptivos con el
pretexto de eliminar el recurso al aborto ilegal, conocido en términos
eufemísticos como el aborto "realizado en condiciones de riesgo". Es evidente
que esta estrategia es muy exitosa en los países latinoamericanos, la mayoría de
los cuales prohíben el aborto.
El argumento de que la anticoncepción impide el
aborto suena muy plausible a primera vista. Sin embargo, un examen más detallado
de los hechos nos demuestra que la realidad es todo lo contrario. La anticoncepción lleva al aborto .
La experiencia de Estados Unidos y de otros países llamados "desarrollados" ha
demostrado la verdad de esta afirmación, demostración que aquí, por falta de
tiempo, sólo abordaremos de forma muy resumida (pero que está muy bien
documentada).
En primer lugar, los principales
anticonceptivos son abortivos .
La píldora, el DIU, los inyectables como la Depo-Provera y los implantes
como el Norplant, actúan, al menos parte del tiempo, como abortivos, de la forma
que ya se explicó. Es más, el número de abortos causados por estos
anticonceptivos es mucho mayor
que el de los abortos quirúrgicos. En el mundo se realizan al año
unos 50 millones de abortos quirúrgicos; sin embargo, el número de abortos
causados por los anticonceptivos anualmente, sólo teniendo en cuenta la píldora
y el DIU, alcanza la cifra holocáustica de 140 millones.
Pero lo más sorprendente es que los mismos
promotores de los anticonceptivos han confesado que la promoción de éstos han
contribuido al aumento del aborto quirúrgico. El Dr. Malcom Potts, ex dirigente
de Paternidad Planificada, filial de la IPPF en Estados Unidos, dijo en 1973:
"Según la gente vaya aceptando la
anticoncepción habrá un aumento, no una disminución, de los abortos."
El Dr. Alan Guttmacher, el ya fallecido presidente de Paternidad
Planificada, dijo en 1973: "Todos
ustedes reconocen la lógica inclusión de la esterilización y el aborto como
componentes integrales de un moderno servicio de control de la natalidad". El
Tribunal Supremo de Estados Unidos, dijo en 1992: "En algunos aspectos críticos,
el aborto es de la misma naturaleza que la decisión de usar
anticonceptivos...durante dos décadas... las personas han llevado a cabo sus
relaciones íntimas...en la confianza de la disponibilidad del aborto en caso de
que los anticonceptivos llegasen a fallar."
No podemos olvidar tampoco el hecho de que los
anticonceptivos tienen numerosos efectos dañinos en sus usuarias. Como la mujer
es la que con más frecuencia los usa, ella también es la que con más frecuencia
resulta perjudicada. Y todo ello para estar disponible para el hombre en todo
momento, como si fuese un objeto sexual. Cabría preguntarse si con los
anticonceptivos la mujer se ha liberado del machismo, o se ha esclavizado aún
más.
Pero hay más aún. Al margen del mecanismo
abortivo de los principales anticonceptivos, se ha comprobado por medio de
estudios que las parejas (casadas o no) que utilizan anticonceptivos son más
propensas a recurrir al aborto cuando les fallan los anticonceptivos que las que
no los utilizan.
5. La
"educación" sexual hedonista
Este hecho de que las usarias de
anticonceptivos son más propensas a recurrir al aborto que las que no lo son, es
más patente aún en el caso de las víctimas de la "educación" sexual hedonista
que promueven la
IPPF, la
ONU y otras entidades proabortistas --"educación" que, dicho
sea de paso, es en realidad otra estrategia de la "salud reproductiva".
No existe ningún estudio que demuestre que la
"educación" sexual que promueve, sutil o no tan sutilmente, la "planificación
familiar" con el pretexto de impedir el aborto, los casos de enfermedades de
transmisión sexual y los embarazos fuera del matrimonio; haya podido impedir
todos estos problemas. Es más, este tipo de "educación" sexual ha contribuido
precisamente al aumento de los mismos, debido a que ha fomentado la
promiscuidad.
En relación a esto último podemos darnos cuenta
de que la "educación" sexual de la
IPPF et. al. no es otra cosa que un muy sutil mercadeo sexual. Es decir,
la IPPF,
la ONU, etc.,
crean su propio mercado juvenil de clientes por medio de la "educación" sexual
hedonista, la cual supuestamente promueve una "sexualidad responsable". Para
la IPPF y sus
aliados, la "sexualidad responsable" significa el derecho a tener relaciones
sexuales a cualquier edad, sin estar casados y con quien sea (hombre o mujer),
siempre y cuando se utilicen anticonceptivos y especialmente preservativos o
condones, suministrados a muy bajo precio por supuesto, por la IPPF y sus filiales.
De hecho, cuando el uso de la anticoncepción se
generaliza, tarde o temprano los que la promueven solicitarán la legalización
del aborto, para los casos en que "fallan" los anticonceptivos, sobre todo en lo
que se refiere a los jóvenes. Esto fue precisamente lo que sucedió en Estados
Unidos, donde en un corto período de tiempo, Paternidad Planificada pasó de
exigir y obtener ante el Tribunal Supremo el "derecho" de los jóvenes menores de
edad a todos los métodos anticonceptivos (en l972), a demandar y obtener
también, el derecho de las menores de edad a practicarse un aborto, sin que sus
padres siquiera se enteren ( fallo del Tribunal Supremo en Planned Parenthood vs
Danforth, 1976).
Es obvio que la IPPF y sus filiales quieren lograr un
triunfo similar en Latinoamérica. En la "Carta de IPPF de derechos sexuales y
reproductivos - Visión 2,000" (pág. l6), dicha organización afirma su compromiso
de "...emprender todas las medidas necesarias para asegurar el cumplimiento del
siguiente derecho:...Todos los servicios de la salud sexual y
reproductiva...debieran ponerse a disposición de todos los individuos y parejas,
especialmente a los jóvenes..." En l996 PROFAMILIA, filial de la IPPF en Puerto Rico, tomó la
iniciativa en este sentido, al promover activamente un proyecto de ley como una
de sus "prioridades", para "defender los derechos reproductivos" de los/las
jóvenes adolescentes, entre los cuales incluyen los anticonceptivos y el aborto.
("La Voz de
PROFAMILIA", octubre-diciembre, l996.)
Según parece, la IPPF también quiere "liberar" a los
jóvenes latinoamericanos de la influencia de sus padres, como lo hizo con los
estadounidenses su filial en Estados Unidos. La IPPF afirma en su ya mencionado
documento ("Visión 2,000", pág. l7), que "Todas las personas tienen el derecho a
estar libres de la interpretación restrictiva de textos religiosos, creencias,
filosofías y costumbres como instrumentos para limitar la libertad de
pensamiento en materias de atención de salud sexual y reproductiva y otros
asuntos."
6.
Estrategia legal: la "sociedad civil"
El peligro que corren las personas que
defienden la vida en América Latina es pensar que el aborto quirúrgico (el
aborto farmacológico ya está presente), nunca podrá ser legalizado en todos los
países de este continente. Pero lamentablemente están equivocados. Ese peligro
puede convertirse en realidad, ya que las organizaciones proabortistas cuentan
con un frente jurídico para cambiar
las leyes según su ideología y con amplísimos recursos económicos
para llevar a cabo estos cambios.
Por ejemplo, existe el Grupo Parlamentario
Interamericano sobre Población y Desarrollo (GPI), cuyo presidente es el mismo
que preside la IPPF-Hemisferio
Occidental. La palabra "población" aquí es un eufemismo para
referirse al control demográfico por medio de la esterilización, los
anticonceptivos y eventualmente, pensamos, el aborto quirúrgico (que es lo que
se busca legalizar).
Si sabemos lo que significa para el movimiento
antivida esta palabra clave : "población", podemos entender la siguiente cita
del Boletín de
octubre-diciembre de 1998 de la ya mencionada organización: "Desde sus inicios,
el GPI ha servido como cuerpo regional de coordinación para parlamentarios que
trabajan en asuntos de población
en América Latina y el Caribe. Como resultado de los esfuerzos
del GPI, parlamentarios en toda la región han formado comités nacionales
parlamentarios sobre población y desarrollo. Estos comités trabajan para
desarrollar y cambiar
legislaciones existentes y para dirigir la agenda nacional en temas de
población y
desarrollo."
Todavía algunos podrían objetar diciendo que
los gobiernos latinoamericanos no permitirían estas políticas, ya que ello
constituiría una injerencia en su soberanía nacional. Pero la IPPF, el GPI, la ONU, etc., han ideado una forma
muy ingeniosa de aparentar un proceso "democrático" para cambiar las leyes. Se
trata de su redefinición del término "sociedad civil".
Para estas organizaciones, la "sociedad civil"
incluye las organizaciones no gubernamentales (ONG). La ONU les está reconociendo cada vez más
importancia e influencia a las ONG en sus conferencias mundiales. El problema
está en que la ONU
es la que acredita o desacredita a las ONG que desean adquirir estatus para
participar en los foros de ONG que se celebran paralelamente a las conferencias
de la ONU.
Dada la ideología de la ONU, no es de sorprenderse que la mayoría
de las ONG acreditadas son las propias filiales de la IPPF, así como organizaciones feministas
proabortistas.
De vez en cuando la ONU acredita a alguna que otra ONG pro
vida (aunque a Human Life International le negó dicha acreditación). Sin
embargo, cuando se convocan las conferencias de la ONU, estas ONG encuentran innumerables
trabas burocráticas para participar plenamente.
Además, cuando las ONG pro vida solicitan
fondos para sus actividades, incluyendo para su participación en las ya
mencionadas conferencias, la
ONU se los niega porque no incluyen la "planificación familiar"
en sus proyectos de salud o desarrollo. En cambio, las otras ONG sí cuentan con
dinero suficiente para emplear personal a tiempo completo, para ir a todas las
reuniones, así como para quedarse a dormir cómodamente y a comer opíparamente en
los mejores hoteles.
¿Qué tiene que ver todo esto con la soberanía
de los países hispanos y con el cambio de sus leyes? Muy sencillo: las ONG
representan la "voz del pueblo" , o en términos de la ONU y de la IPPF, de la "sociedad civil".
Contradecir la voluntad de la "sociedad civil" es contradecir la "democracia",
es traicionar la propia soberanía. De manera que cuando la ONU termina una de sus famosas
conferencias y emite un documento que expresa el sentir, no sólo de los
delegados, sino de las ONG que han realizado un intenso cabildeo; ese documento,
que se encuentra plagado de "hermosos" términos, como "salud reproductiva",
"salud sexual", "derechos reproductivos", "perspectiva de género", etc.,
proporciona un instrumento con el cual ejercer una enorme presión sobre los
gobiernos latinoamericanos, cuyas leyes no se ajustan a las nuevas aspiraciones
de la "sociedad civil". Para decirlo con claridad: la soberanía de nuestros
países es violada elegantemente por la "sociedad civil".
7. La
estrategia de "divide y vencerás"
De todas las estrategias que utiliza el
movimiento antivida para lograr sus propósitos, en mi opinión la más insidiosa
es tratar de sembrar la división y la discordia dentro de la propia Iglesia
Católica, ya que la
Iglesia Católica es la única entidad a nivel mundial que
defiende la vida humana y la familia con más consistencia y coherencia que
ninguna otra.
La organización mal llamada "Católicas por el
Derecho a Decidir" o CDD, surgió en Estados Unidos hace unos años, precisamente
con este propósito de dividir y confundir, y de desacreditar a la Iglesia Católica y
a la Santa
Sede en las conferencias de la ONU. La CDD tiene estatus de ONG ante
la ONU y junto a
las otras ONG que promueven el aborto y la "planificación familiar" ejerce mucha
influencia en las conferencias de esta organización.
La
CDD ha recibido más de 8 millones de dólares por parte de más
de 30 fundaciones estadounidenses para llevar a cabo actividades a favor de la
"planificación familiar" en América Latina, incluyendo el intentar cambiar la doctrina católica
al respecto . Entre las fundaciones que le han suministrado
fondos a la CDD
están la Fundación
MacArthur, la Fundación John Merck,
la Fundación
Rockefeller Dayton, la Fundación Playboy y
la Fundación
Ford (esta última ya no tiene vínculos con la compañía
automotriz del mismo nombre).
Actualmente la CDD tiene sucursales en Argentina,
Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú. En la Argentina tiene dos oficinas,
incluyendo la regional para toda la América Latina, que está en
Córdoba.
La
CDD alega ser "una organización para la justicia social", sin
embargo, promueve la anticoncepción, el aborto y el "derecho" a la libre "opción
sexual", o sea, el homosexualismo. Incluso se vanagloria de estar afiliada a
grupos de católicos disidentes en Estados Unidos, tales como "Catholic
Organizations for Renewal" y "Women Church Convergence", todos los cuales buscan
cambiar las enseñanzas de la Iglesia Católica.
En el vídeo que acaba de lanzar la CDD en Latinoamérica a mediados
de l998 titulado "Las lágrimas de Eros", esta organización a través de
entrevistas con personas supuestamente católicas, promueve la masturbación, la
anticoncepción, el lesbianismo y el aborto; mientras ataca las enseñanzas de
la Iglesia
Católica en todos estos temas de moral. Pero lo más triste en
mi opinión, es el hecho de que en dicho vídeo la narradora se lamenta de que "El
modelo católico de mujer sigue siendo la Virgen María, a pesar de la
modernidad, la píldora y las relaciones prematrimoniales." Creo que, dado su
contenido anticatólico y pornográfico (se muestra una pareja totalmente desnuda
en movimientos eróticos), este vídeo debía llamarse "Lás lagrimas de María" en
lugar de "Lás lagrimas de Eros", pues ofende a Dios y a nuestra Santísima Madre
de muchas maneras.
Conclusión
Hay mucho que podemos hacer para detener los ataques
a la vida humana. Pero todo comienza con informarse e informar a los demás. Para
ello colocamos a su disposición todos los servicios y materiales educativos de
Vida Humana Internacional, empezando con nuestra sitio en Internet:
www.vidahumana.org . En ese sitio ofrecemos más de mil páginas de información en
texto y gráficos, sobre más de 20 temas relacionados con la defensa de la vida
humana y de la familia, todos totalmente documentados.
Para construir la cultura de la vida como nos
mandó hacer Juan Pablo II, hay dos cosas que en mi opinión también son
extremadamente importantes. La primera es la oración, la cual hace que suceda lo
imposible por la misericordia de Dios, quien ha derramado grandes gracias en
Latinoamérica. Tenemos muchísimos motivos para ser optimistas. En los últimos
años, ni uno solo de los países hispanos ha legalizado el aborto o ampliado la
ley que lo permite en ciertos casos en algunos países. Por el contrario, países
como Chile, El Salvador y la
Argentina que antes lo permitían en ciertas circunstancias,
ahora lo prohíben. España y Portugal en su momento también le dijeron no a la
ampliación de la "cultura" de la muerte, al votar sus parlamentos en contra de
la ampliación del aborto.
En Chile, debido a los esfuerzos del movimiento
pro vida, el aborto está ahora totalmente prohibido y la constitución tutela la
protección al no nacido. En El Salvador se unieron incontables personas e
instituciones con el movimiento pro vida y lograron, no sólo que se impidiera la
aprobación de un proyecto que hubiera ampliado la ley que permitía ciertos
abortos, sino además que se reconociera la protección del niño por nacer en la
constitución. El 3 de febrero de l999 se aprobó la reforma Constitucional
mediante la cual "… se reconoce como persona humana a todo ser humano desde el
instante de la concepción" y dicha reforma se ratificó después por mayoría.
Por su parte, la Argentina, como ustedes ya saben,
terminó el año 1998 con una gran noticia. El Juez de Garantías de la ciudad de
La Plata, Dr.
Guillermo Atencio, declaró inconstitucional el Artículo 86, inciso 2, del Código
Penal que establece, que no es punible el aborto cuando el embarazo ha sido
producido por una violación a una mujer idiota o demente. Este fallo no hace
sino recoger la jurisprudencia tradicional de la República Argentina, que
ha considerado siempre la primacía del derecho a la vida como el más fundamental
derecho humano.
Lo segundo que considero importante cuando se
trata de construir la cultura de la vida, es no olvidar jamás que "no estamos
luchando contra poderes humanos, sino contra malignas fuerzas espirituales..."
(Efesios 6:l2) Por tanto, nuestra actitud no debe ser beligerante, sino de
aceptación de la persona, aunque no estemos de acuerdo con sus ideas y luchemos
contra ellas. Debemos ganarnos a estas personas, siendo para ellas un reflejo
del amor y la misericordia de Dios. Como dijo San Pablo: "Tres cosas hay que son
permanentes: la fe, la esperanza y el amor, pero la más importante de las tres
es el amor" (1 Corintios l3: l3).
Fuentes:
Las siguientes
publicaciones consultadas están totalmente documentadas:Adolfo J. Castañeda,
¡Vale la pena vivir!
Hay alternativas al aborto (Miami: Vida Humana Internacional y
Florida Center for Peace, 1997); La anticoncepción de emergencia: Nuevo engaño
del movimiento antivida,"
Documentación para la defensa de la vida y la familia
(Miami: Vida Humana Internacional, 1998); "¿Qué es la
perspectiva de género," Documentación
para la defensa de la vida y la familia (Miami: Vida Humana
Internacional, 1997); " Foro de La
Haya es un verdadero peligro para la humanidad ," Escoge la Vida (marzo-junio de
1999): 1-2; Brian Clowes, Pro-Life
Activist's Encyclopedia (Stafford, Virginia, Estados Unidos:
American Life League, 1993); Federación Internacional de Planificación de
la Familia
(IPPF), Visión 2.000 ,
Manila, 1992; Grupo Parlamentario Interamericano sobre Población y Desarrollo
(GPI), Boletín de
octubre-diciembre de 1998; "Declaración de los derechos humanos desde una
perspectiva de género," Conciencia
Latinoamericana (julio/diciembre de 1998): 4-7. Esta revista es
publicada por el grupo proabortista y engañosamente llamado " Católicas por el
Derecho a Decidir "; La verdad sobre
las "Católicas por el Derecho a Destruir" (Miami: Vida Humana
Internacional, 1995); Fundaciones de
Estados Unidos que otorgan fondos para promover la muerte y el anticatolicismo
(Miami: Vida Humana Internacional, 1995); Lori Heise,
correspondencia, marzo de l997, citado en el artículo "Derechos reproductivos"
de la Revista de la
Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe
, RSMLAC, marzo de l998; "Católicas y Católicos ante la
reproducción, un panorama mundial", sitio en Internet de Catholics for a Free
Choice/Católicas por el derecho a decidir.